No tuve la suerte de crecer en tu casa, no tuve la suerte de
criarme junto a ti. No tuve el privilegio de estar a tu lado desde pequeño,
pero aun así, hoy me siento uno de los tuyos. No llegaré a ellos que están
desde siempre contigo y contigo seguirán hasta el final, pero permíteme la
osadía de que hoy me equipare a ellos para alabarte y rezarte.
Qué suerte tuvo Don Bosco, fundador de tu casa, que te vio
tan de cerca, que dio luz a tu imagen, que fue capaz de poner trazos a tu bello
semblante para que perdure hasta hoy. Trazos de auxilio, con colores
inmaculados, coronada como reina y con niño en brazos. Esa es la imagen que Don
Bosco transmite a Lorenzone que pinta la primera imagen de María Auxiliadora en
Turín.
Que suerte que Don Bosco fundase esa casa salesiana, y junto
a María Mazzarello ese colegio de hijas de María Auxiliadora que aún sigue con
más vida que nunca. Que suerte esos niños salesianos que conocen a María tan
cerca y que nunca les falta su auxilio.
Y esa devoción, esa casa salesiana llega a Sevilla, ayer fue
un día grande para nuestra ciudad, Trinidad, San Vicente, Triana, Nervión, se
vistieron de gala las casas salesianas para honrar a su bendita Madre que salió
en procesión. Auxilio de los cristianos, ahora que tanta falta haces, sal al
mundo y ayúdanos, que tú seas la guía, el faro en nuestro camino, que no nos
falte ese auxilio que tanto te pedimos, que reine tu imagen, que suenen tus
cantos, que no te falte nunca uno de tus niños salesianos, que todos unidos
ante tu imagen, rendidos ante tus plantas, cantemos tu himno que te proclama
reina y madre, auxilio de nuestras almas y refugio de nuestros corazones.