La tarde del Lunes Santo se llena de capirotes blancos en el
barrio de León. La Hermandad de San Gonzalo está a punto de ponerse en la
calle. Uno de los misterios más poderosos de la ciudad, siempre con el
izquierdo por delante, con compás, con su última trabajadera que es Cigarreras,
comunión total entre cuadrilla y banda que deleita al sevillano.
Señor del Soberano ante Caifás te encuentras, a punto de ser
juzgado por el sumo pontífice, pero tu barrio te indulta, reconoce en ti tu
grandeza. Se detiene el misterio justo un segundo antes de afrontar la puerta. En
ese momento Señor, me acerco a ti y pongo en tus manos las dudas que por mis
pensamientos circulan día tras día cuando te veo en tu iglesia:
Te pregunto Señor por esa inscripción que se lee en tu
peana: Yo Soy, tantas vueltas le habré dado en mi cabeza, ¿Quién eres? Te pregunto
con voz temblorosa, ¿Señor, quién eres? Pero no hallo respuesta alguna, solo te
dedicas a mirarme desde tu altura. ¿Eres el mismo Dios que desde el cielo has
bajado a éste, tu barrio de León, para que a nadie le falte Salud, la de que tu
Madre reparte cada día de la semana? Salud, madre mía que curas con tu mirada y
proteges con tu manto a cada anciano de la residencia de tu barrio. ¿O acaso
eres el Señor de esta orilla del río? El Señor que anda por San Jacinto y llega
al puente que cruza la orilla que va hacia el centro donde te acogen con alegría,
entrando con el izquierdo, marcando siempre el compás, andando con poderío y
sin echarse nunca para atrás, valiente siempre de frente, mi Cristo Soberano de
belleza sin igual. ¿O acaso Señor eres el refugio de tu barrio que te quiere y
te aclama? El que aquí espera impaciente, el que desea tenerte cerca y muchos
que suspiran porque vengas ya de vuelta, que vuelvas a estar en casa donde te
cuidan cada día.
Entonces halle mi respuesta, el Soberano me miró a los ojos,
justo antes de la levanta y me dijo: es mucho más fácil de lo que imaginas, déjate
de barrios, de puentes y de orillas, que en mi peana lo que pone es que Yo Soy
de Sevilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario