jueves, 30 de marzo de 2017

Piedad Servita

Una cruz de plata que no es Cruz de guía, sino de la que bajaron al Cristo de la providenci. Una hermandad con un sello propio, la pausa de sus nazarenos, ese palio de cajón, y el gusto que tiene haciendo las cosas.

  San Marcos llora la pérdida del salvador, como lo hace su madre, que no tiene consuelo para sus dolores y su soledad. A los pies de la cruz de plata, sostiene en sus brazos a su hijo sin vida. A los sones de las marchas fúnebres viene enseñándole a Sevilla el dolor que sintió en el momento que le arrebataron su hijo.

  Una hermandad de la cual se dice que es una hermandad muy cerrada. Desde estas líneas podemos decir de buena tinta que eso es falso. Más que una hermandad, son una familia. Claro ejemplo es la relación entre los Hermanos Mayores, de ahora y de antes. Si tienes dudas de ellos, sólo tienes que ir a San Marcos y ver el trato que os ofrecen, siempre con las puertas abiertas.
 

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