domingo, 19 de febrero de 2017

Valle de Sevilla

 Hay un valle de lágrimas en Sevilla, una Virgen joven que viene de la Anunciación siguiendo a Jesús con la cruz al hombro coronado de espinas.

  Una conjunción perfecta, primero de silencio y cantos de monaguillos, y otra de marchas clásicas del maestro Tejera. Incluso los niños disfrutan de ella mirandose en los espejitos del paso.

  Suena Virgen del Valle, una marcha, una hermandad, un palio, que nos envelesa y nos envuelve, nos traslada a otra época, otra semana Santa más añeja, mirando ese palio, el más antiguo de Sevilla. Una hermandad que marca el jueves Santo y que sin ella, nuestra Semana Santa no sería la misma.

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